En una entrada anterior exponíamos en qué aspectos está centrada la asignatura de Aprendizaje Social y Emocional, cursada en nuestro colegio en 4º ESO; mencionábamos entonces que el primero de sus bloques guía a los alumnos por una especie de viaje a su interior que les permita conocerse mejor. Comenzaron tal singular trayecto adentrándose en el apasionante universo de las emociones y los sentimientos a partir de diversas actividades dirigidas a entender las diferencias entre unas y otros, conocer con cuáles de ellos se sienten más identificados y descubrir pautas que les ayuden a gestionar ambos de manera adecuada. Tras ellas vimos y analizamos la película animada Inside Out, “Del Revés” en español; en ella se narran las vicisitudes que pasa una niña llamada Riley al cambiar su lugar de residencia y, paralelamente, lo que ocurre en su mundo interior a medida que ella se enfrenta a cada nueva situación.

La película utiliza diferentes recursos metafóricos para mostrarnos cómo piensa, siente y actúa la protagonista. Uno de ellos son las “islas de la personalidad”, que simbolizan los aspectos y las vivencias fundamentales que han llevado a Riley a ser, en los todavía pocos años que tiene, así; en su caso las islas son cinco: familia, amistad, payasadas, sinceridad y hockey, aglutinando desde las personas que juegan un papel primordial en su vida a su principal hobby y rasgos de su forma de ser.
Inspirándonos en ellas los alumnos han preparado sus propias islas, bien centrándose en un único elemento clave en su personalidad bien abarcando varios de ellos; algunos las han realizado como una manualidad, otros en formato digital. La tarea ha consistido en seleccionar ámbitos de su vida que a lo largo del tiempo han ido definiendo cómo son en la actualidad, plasmarlos visualmente después y finalmente presentarlos al resto de compañeros; nos encontramos ahora en la última etapa, cuando, además de describir sus islas y mencionar los recuerdos y vivencias esenciales detrás de los ámbitos elegidos, hemos puesto gran énfasis en que interioricen y expresen qué les aportan y en qué sentidos se sienten enriquecidos por ellos.
Es clara la trazabilidad de esta actividad con los objetivos de descubrimiento y autoconocimiento personales inherentes a esta materia; favorece además que los alumnos se valoren más a sí mismos y entre ellos al propiciar que sean conscientes de las preciadas cualidades que cada uno posee.
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